Serie Amanda Gris.. sangre dolor y vida

TRAPITO ROJO

Limpio el polvo de la repisa, lo voy limpiando mientras tu cara me observa, mientras me dices que no lo volverás a hacer. El brillo comienza a verse mientras tú me dices que no fue tu culpa, el trapito se va arrugando entre mis manos que lo contienen, mientras a mí se me contiene el odio. El trapito es rojo, del mismo color de la sangre que salía ayer por mi nariz luego de que perdiste el control. Sigo lustrando el mueble contra el que hace un mes me tiraste y me golpeaste la cara, soy una buena en esto ya mi reflejo aparece y veo la cicatriz en mi rostro. Me observas, lloras, dices que te perdone, me prometes que vas a cambiar, mientras tanto yo sigo repasando y fijándome que el trabajo quede bien hecho, es tu mueble favorito, sigo lustrándolo mientras recuerdo el día en que por primera vez me llamaste puta, aquello fue una sorpresa para mí, yo solo quería ser una buena esposa, una buena ama de casa que limpiaba muy bien sus muebles. Finalmente veo que mi trabajo ya está terminado, dejo el trapito y agarro la maleta, no me importa que tengas una pistola apuntándome, no me interesa, total mi sangre quedara esparcida en el mueble brillante, en el trapito rojo.

EL AGUA HIRVIENDO

Enciendo el fósforo, aquel fósforo de la caja de marca Fogata que tu hijo me trajo el último día que enviaste por una botella de ron. Prendo la estufa, coloco sobre ella la olla mas grade con agua, desde la cocina veo nuestra habitación, tu cuerpo esta tendido en la cama, inmóvil, por un instante pareces un muerto, sino fuera por tus ronquidos profundos y la baba saliendo de tu boca serías un muerto perfecto. Te observo y veo también el agua calentándose, observo cómo esta fría dentro de la olla, quiero ver la forma en que las gotitas van subiendo y así poco a poco unas burbujas grandes se van abriendo mientras un leve sonido indica que el agua está en su punto de mayor calor y efervescencia, ya está lo suficientemente caliente, ya ha hervido. Te observo todo besuqueado, todo mordido por la puta esa, la misma con la que te estás revolcando hace 3 meses, la misma que le conto a todo el barrio que la dejaste embarazada, la misma que llama todos los días por teléfono y se queda muda al oír mi voz, la misma a la que yo llamo hermana desde hace 18 años, que fue cuando mi madre la trajo al mundo, esa misma. Cuéntale a ella que sentiste cuando el agua hirviendo corrió por tu cuerpo mientras dormías.

OCURRIO EN EL BOSQUE

Hoy salió en las noticias, aparentemente fueron dos; sus hermanos quisieron salvarla pero la muerte se los impidió, sus vecinos oyeron sus gritos pero no alcanzaron a llegar, su madre nunca estuvo pues desde hace años que se fue, su padre estaba trabajando cuando todo sucedió. Hoy salió en las noticias, los fotógrafos mostraban el cuerpo de caperucita roja tirado en el suelo, la cesta con comida estaba intacta a su lado. Lo que parecían garras la habían destrozado por completo, la caperuza roja estaba toda hecha pedazos. “Hay un lobo suelto y no lo han podido agarrar” dijeron los vecinos. En el bosque un lobo escondido de miedo se resguarda, él llego cuando todo había ocurrido, solo alcanzó a ver al culpable alejándose. Un guardabosque lava en su casa su herramienta llena de sangre y espera salir de nuevo en busca de nuevas caperucitas que “salvar”.

Comentarios

Unknown dijo…
Siempre me he preguntado si la historia de la caperucita roja tiene algun tipo de origen freudiano. Quizas todo el cuento representa la historia de una violacion.

Es crudo decirlo pero no veo otra explicacion posible.

Lo curioso es que representa una historia infantil.


Saludos

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